El 60% de nuestro territorio cuenta con bosques naturales, principalmente en la Amazonía.
Por Manuel López. 15 febrero, 2024. Publicado en diario El Peruano el 10 de febrero del 2024El 2024 ha empezado con dos noticias positivas para el sector forestal peruano; por un lado, se iniciará la implementación del Programa Bosques Productivos Sostenibles del Ministerio de Agricultura, que, en su primera etapa, tiene el objetivo de sembrar 24,000 hectáreas de plantaciones forestales con fines comerciales; y, por otra parte, desde el Ministerio del Ambiente, el lanzamiento y arranque del proyecto “Manejo Sostenible y restauración del bosque seco de la costa norte del Perú”. A través de este, se busca poner en valor los bosques secos de los departamentos de Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad.
Sabemos que nuestro país cuenta con una gran riqueza natural y los recursos forestales ocupan un lugar muy importante de esta riqueza y también en la economía nacional. Si lo vemos en términos de extensión, el 60% de nuestro territorio cuenta con bosques naturales, principalmente en la Amazonía; pero, también posee bosques andinos y bosques secos en la costa norte. Todos estos, sumados a las tierras de aptitud forestal, deberían convertir a este sector en un “gigante” de nuestra economía, pero que aún sigue dormido y es necesario despertar.
Bajo esta realidad, una adecuada gestión de los bosques, con fines productivos de madera y de productos no maderables como la castaña, aceites y frutos, entre otros, junto con el desarrollo de actividades de promoción y fortalecimiento del ecoturismo deberían ayudar a generar un importante aporte al PBI.
Sin embargo, esto no es así, sino que, por el contrario, entre el 2001 y el 2020 se reporta una pérdida de más de 2.6 millones de hectáreas de bosque por deforestación, un retroceso en la exportación de madera de US$ 220 millones en el 2008 a US$ 94 millones el 2020 y un avance poco significativo en plantaciones forestales con fines industriales.
Ante este escenario, las dos noticias mencionadas nos traen una luz de esperanza. El Programa Bosques Productivos Sostenibles (BPS) surge como una iniciativa del Gobierno peruano para promover la reforestación de zonas deforestadas y zonas de aptitud forestal. ¿Qué la diferencia de iniciativas anteriores? Esta vez, la propuesta tiene un enfoque predominantemente industrial y comercial, pues considera innovaciones tecnológicas desde la genética de los plantones hasta la industrialización. Para ello, además de fondos públicos, se cuentan con fondos del Banco de Desarrollo Alemán, KfW, con una suma total de 442.7 millones de soles.
Para los primeros 4 años se tiene como objetivo reforestar 24,000 hectáreas en los departamentos de Cajamarca, Áncash, San Martín, Huánuco, Pasco, Junín y Madre de Dios. Si bien esta cantidad suena aún tímida con respecto a los casi 10 millones de hectáreas que tendríamos disponibles para reforestar a nivel nacional, deberían servir como piloto e incentivo para que esta actividad inicie un camino de crecimiento imparable. Al respecto, dos modelos interesantes a seguir son los de Chile y Uruguay, países que reforestaron algo más de 3 millones y 1 millón de hectáreas, respectivamente, lo que le permite a Chile superar los 4,000 millones de dólares en exportaciones de productos a partir de esos bosques; y a Uruguay alcanzar una cifra de casi US$ 1,800 millones en exportaciones forestales.
Por otra parte, el proyecto “Manejo sostenible y restauración del bosque seco de la costa norte del Perú”, liderado por Profonampe, que contará también con fondos públicos; y un aporte de US$ 7.6 millones, donación del Global Environment Facility (GEF), debería, en primer lugar, reducir la deforestación del bosque seco. Asimismo, contribuirá a restaurar algunas zonas degradadas y, más aún, poner en valor este importante ecosistema que genera un enorme impacto no solo económico, sino social dado que existen muchas poblaciones que, de alguna u otra manera, dependen de estos recursos para su sostén económico.
Por esa razón, tanto el Programa Bosques Productivos Sostenibles que lidera el Servicio Forestal (Serfor), así como el de Manejo de bosques secos que lidera Profonampe, se convierten en nuevas oportunidades para el sector forestal.
Ojalá que ambos catalicen procesos de manejo sostenible de nuestros bosques que, en suma, son grandes generadores de empleo, contribuyen a la mitigación del cambio climático, generan dividendos con las exportaciones, reducen las tasas de deforestación (y las revierten), aportan de manera importante al PBI y se convierten en un medio para alcanzar el tan ansiado desarrollo sostenible que buscamos.